Porque no se trata de esperar a que pase la tormenta, se trata de innovar bajo la lluvia.
Hoy queremos hablar del momento actual, porque no hacerlo es ignorar una realidad, pero vamos a mirarlo desde otra perspectiva. Lo malo ya lo sabemos, pero y ¿Dónde queda el optimismo, la esperanza y el trabajo que debemos hacer para salir de una situación que está afectando al mundo entero?. No se trata de esperar a que pase la tormenta, se trata de innovar bajo la lluvia. Sí, innovar, porque es tiempo de cambios.
Ya hemos hablado en muchas ocasiones que la innovación parte de RETOS, que pueden ser Problemas, Necesidades u Oportunidades de nuestro mercado, de nuestra empresa al interior o del sector, entonces entendemos que se innova cuando hay que solucionar algo; así que por esto escucharán muchas veces que la innovación será de mucha ayuda para las empresas en estos momentos. ¿Por qué?, porque estamos teniendo Problemas, nuestro producto o servicio por la pandemia ya no se vende, o porque hemos encontrado Necesidades, el mundo necesitó mascarillas, alcohol, geles, respiradores o vimos que hay Oportunidades como las ventas online, los domicilios, las reuniones virtuales, la educación online, es decir, ésta situación está generando muchos RETOS a las empresas, y para trabajar en esos RETOS las empresas necesitan de un Sistema de Gestión de la Innovación (SGi) que les ayude a gestionar adecuadamente los recursos que destine a buscar ideas innovadoras que le den solución a esos RETOS.
Así que la invitación de PLYNN es que veamos este momento de crisis mundial como una oportunidad de cambio, de mejora, de optimismo, de perseverancia, de lucha, de constancia, no más lamentaciones. Aquello que no podemos cambiar en la vida, debemos aceptarlo y seguir para adelante. No podemos simplemente quedarnos quietos, pesimistas, pasivos. Vamos a cambiar el discurso. Lo malo ya lo sabemos. Ahora habla con tu gente de la esperanza, con tus empleados, con tus clientes, que la bola de nieve crezca llena de fuerza de que saldremos todos adelante.
Muchas de las innovaciones que hoy conocemos han salido de momentos de crisis como las guerras mundiales o pandemias, los tanques o buques de guerra se convirtieron en una poderosa forma de combatir las absurdas guerras de trinchera. La instalación de radios en los aviones facilitó la comunicación con otros pilotos o con bases en tierra, sin necesidad de cables. Marie Curie sería la responsable de idear la máquina de rayos X portátil, ya que muchos de los heridos en la guerra necesitaban aparatos de rayos X, pero tradicionalmente estas máquinas tenían un tamaño enorme. Las toallas sanitarias se crearon gracias a la utilización de la celulosa, que permitió contar con un vendaje mucho más eficiente que los existentes hasta la fecha y con este mismo material se crearon los pañuelos de papel, el famoso "Kleenex". Se crearon las lámparas solares para combatir el raquitismo de los niños, en el invierno de 1918 se estimaba que la mitad de los niños en Berlín sufrían de raquitismo, una enfermedad en la que los huesos se reblandecen y se deforman, por entonces, la causa exacta era desconocida, aunque se asociaba a la pobreza. El doctor Kurt Huldschinsky, notó que sus pacientes estaban muy pálidos y decidió llevar a cabo un experimento en cuatro de ellos, les aplicó lámparas de cuarzo y mercurio que emitían luz ultravioleta. Con el paso del tiempo Hudschinsky notó que los huesos de sus jóvenes pacientes se hacían más fuertes, cuando llegó el sol del verano, les puso también a tomar el sol en la terraza, más tarde la ciencia conoció que la vitamina D es necesaria para la creación del hueso con calcio y este proceso se estimula con la luz ultravioleta. Las bolsas de té no se inventaron para resolver ningún problema derivado de la guerra, pero si las consumían las tropas. Fue un comerciante de té estadounidense quien, en 1908, comenzó a mandar té en pequeñas bolsas a sus clientes y estos, sea por accidente o por el diseño, decidieron introducir las bolsas en el agua y el resto es historia. El reloj pulsera, el tiempo adquirió mayor importancia en la guerra, por ejemplo, para sincronizar la hora de los bombardeos, por esto los fabricantes desarrollaron relojes que dejaran las manos libres a las tropas en el calor de la batalla. Se crearon las salchichas vegetarianas, cuando el bloqueo británico se impuso sobre Alemania el hambre comenzó a pesar en la ciudad. Adenauer investigó maneras de sustituir los productos que faltaban, como carne, por otros de los que no había tanta escasez, como la soja, se crearon las cremalleras para los uniformes de los soldados, el Acero inoxidable, los primeros Simuladores de vuelo, el submarino, la fotografía aérea, en el campo de la química y la medicina se generó una revolución: cirugía plástica, transfusiones y bancos de sangre, sistemas ortopédicos, vacunas y hasta la ambulancia, la penicilina que derivó de la pandemia de influenza de 1919, la primera unidad de cuidados intensivos, el Ventilador portátil, destinada a pacientes de hospital cuyos pulmones estaban paralizados. Esta máquina se introdujo a raíz de la epidemia de polio de 1952 en Copenhague, Dinamarca.
Podríamos seguir, pero esto es solo un repaso a lo que podemos hacer en tiempos de crisis. Si hay RETOS hay innovación. No es que tengamos que sacar innovaciones radicales, pero sí podemos innovar en nuestros procesos con tecnologías que nos reduzcan costos, o podemos innovar en nuestro modelo de negocio o innovar en nuestros productos, bien sea creando productos nuevos o haciéndole mejoras a los existentes. ¡Algo debes hacer!. Quedarte quieto lamentándote es la peor decisión. Empieza identificando tus RETOS.
El periódico El Tiempo de España hizo las siguientes preguntas a 18 importantes cargos de grandes empresas: Con seguridad, la pandemia de la covid-19 dejará lecciones, innovaciones, descubrimientos. ¿Nacerá una nueva ciencia, más rápida, más abierta y más alineada con las necesidades públicas?, ¿El acceso abierto a la investigación y los datos creará una ciencia más equitativa y efectiva?. Los historiadores de la ciencia nos lo dirán en las próximas décadas, y estás fueron en resumen sus respuestas:
Big data y apps para monitorizar y evitar contagios, inteligencia artificial para secuenciar el genoma del virus e impresión 3D de objetos imprescindibles como los respiradores son algunas de las soluciones de urgencia.
La pandemia acelerará el fin del dinero en efectivo, impulsará la telemedicina y convertirá a la ciberseguridad en una prioridad absoluta.
Trabajaremos diferente, con menos viajes y más colaboración virtual.
El 5G contribuirá al desarrollo de la telemedicina.
Un mundo reorganizado industrialmente, donde se recupere la deslocalización para evitar la dependencia en las cadenas logísticas.
Esta crisis nos hará replantear la conciliación entre la vida laboral y familiar con la implantación del teletrabajo y una redefinición de la educación y la formación laboral gracias al e-learning.
El statu quo del sistema educativo no tenía un reto de este nivel desde la Segunda Guerra Mundial. La pandemia de la covid-19 ha puesto de relieve cuestiones arraigadas que se remontan a 200 años en el sistema educativo global. Actualmente el propósito de la enseñanza es impartir conocimiento prefabricado, lo que genera una baja calidad del profesorado. “El reto es convertir la docencia en una profesión de trabajadores del conocimiento avanzado que desempeñen su función con una gran autonomía profesional y dentro de una cultura de la colaboración”. “En el pasado, el saber se recibía; en el futuro tiene que generarlo quien vaya a utilizarlo”. “Antes, la educación era básicamente temática; en el futuro deberá basarse más en proyectos, en construir experiencias que ayuden a los estudiantes a pensar más allá de los límites de las disciplinas temáticas”.
Trabajo futuro. Según un informe de Dell Technologies, el 85 % de los trabajos en 2030 en los que entrarán la generación Z y Alpha aún no se han inventado.
Estamos en un momento de cambios, de turbulencias, de RETOS. Así que es momento de innovar, no esperemos que pase la tormenta, innova bajo la lluvia, identifica tus retos.
Excelente reflexión.